miércoles, 15 de agosto de 2012

Geofagia Carioca

GEOFAGIA BRAGANZA AMEIXIAL

Juan Ramón Jiménez de León
  

La batalla olímpica por el oro, entre las selecciones nacionales de futbol de México y Brasil, abre las heridas entre la lucha de los subimperios de ambos países, Brasil salió derrotado por 2 goles a 1. En México estamos escandalizados por la compra de votos, pues veamos que Brasil esta en la misma posición con el escándalo Mensalao y el Partido del Trabajo, partido en el poder, con el retorno de Brasil a la democracia en 1980, ZE DIRCEU ayudó a fundar el Partido de los Trabajadores (PT), del que fue presidente nacional durante la década de 1990. Él sirvió varios términos: entre 1987 y 1990, fue diputado estatal constituyente por Sao Paulo, y en 1991, 1998 y 2002 fue elegido diputado federal. En enero de 2003, tras ser elegido diputado, se licenció para asumir el cargo de Ministro como Jefe de Gabinete de la Presidencia (Casa Civil da Presidencia), donde permaneció hasta junio de 2005, cuando dejó el Gobierno Federal acusado por Roberto Jefferson de ser el autor intelectual (mentor) del escándalo del mensalão (COMPRA DE VOTOS DE LEGISLADORES DE LA “ERA LULA”). Volvió como diputado federal para defenderse, pero Dirceu fue revocado el 1 de diciembre de 2005 y perdió el derecho a ser elegido hasta el 2015.¡Monex Vive!


Veamos la Historia colonial. Mucho antes que se materializara su conflicto continuo en América, España y Portugal se disputaron los nuevos descubrimientos en el Atlántico. Guerras, treguas, embajadas, negociaciones diplomáticas, convenios y tratados de paz (por ejemplo, el Tratado de Ayllon del 31 de octubre de 1411) produjeron largos conflictos, en cuyo contexto se recurrió frecuentemente al Papa como mediador entre las partes y juez de jurisdicciones y derechos, tal como era usual en el contexto de aquella comunidad paneuropea constituida por el cristianismo occidental del Medioevo. 


La primera intervención que realizó el Papa en la competencia entre España y Portugal entregó a Castilla la propiedad de las Canarias, en 1435. Veinte años después, por la bula Romanus Pontifexdel 8 de enero de 1454, Nicolás V determinó un primer deslinde de las tierras e islas que se descubrieran en la zona del Atlántico, adjudicando a Portugal las islas de la zona del paralelo de las Canarias hacia el sur contra Guinea en la costa de África, que los portugueses luego descubrieron hasta el cabo de Buena Esperanza. Sin embargo, los Reyes Católicos, en guerra con Portugal, enviaron expediciones a Guinea en busca de oro, cera, añil y cueros. El Tratado bilateral de Alcaçobas, del 4 de septiembre de 1479, repartió entre Castilla y Portugal el nuevo mar trazando una línea horizontal por el paralelo del cabo Bojador, y puso temporario fin al conflicto. Según el mismo, la Guinea, todas las islas y el mar adyacente, salvo las Canarias, correspondían a Portugal. Los españoles no podrían navegar sus mares sin permiso del rey lusitano. No obstante, dicho tratado no modificaba la adjudicación de tierras ya resuelta por la bula pontificia de 1454, y fue ratificado por Sixto IV mediante la bula Aeternis Regis Clementis del 22 de junio de 1481. 


Los portugueses sacaron inmenso provecho del mismo con las minas de oro y el tráfico negrero, que posteriormente adquirió un gran desarrollo en las colonias españolas e inglesas. Con los descubrimientos de Colón en América, los resquemores de la corona castellana respecto de la violación del Tratado de Alcaçobas se disiparon. El descubrimiento de Colón fue un impacto para el imperio marítimo de Portugal, que hasta entonces dominaba las grandes empresas ultramarinas, pero ellos siempre navegaban pegándose a la costa, así fue que rodearon el continente africano y llegaron hasta Macao en las costas chinas. Colón encontró una nueva ruta atlántica que, sin afectar los derechos de Portugal, ofreció un nuevo mundo a Castilla y la colocó en situación preponderante respecto del reino lusitano. Todo lo demás era el mar desconocido, que podía ser castellano, en parte Castilla dominó Sudamérica y Aragón Norteamérica, es la diferencia en el español que se habla en ambas regiones, incluso cuando Pedro de Alvarado, el genocida de los aztecas, llega hasta el Perú, Pizarro y sus tropas lo combatieron y lo vencieron.


El Papa Alejandro VI de origen aragonés (Borja o Borgia, se dice que sus restos reposan en Los Pinos, acción subrepticia debida a Doña Guadalupe Borja, esposa de Gustavo Díaz Ordaz, además de que ICA, la gran constructora mexicana es parte del imperio actual de los Borgia) otorgó a los reyes Católicos, por la primera bula Intercaetera del 3 de mayo de 1493, la posesión de las tierras descubiertas o por descubrirse que no pertenecieran a ningún príncipe cristiano. La ambigüedad de este documento no agradó a los monarcas y entonces la diplomacia castellana consiguió una segunda bula Intercaetera antedatada el 4 de mayo de 1493, que concedía a Castilla las comarcas descubiertas o por descubrirse, que se hallasen hacia el Occidente o el Mediodía, en dirección a la India, o a cualquiera otra parte del mundo, siempre que estuviesen situadas más allá de una línea que fuese de polo a polo, ubicada a cien leguas, por el Poniente y Mediodía, de cualesquiera de las islas Azores y Cabo Verde. Estas y otras nuevas bulas favorecieron alternativamente a Castilla y Portugal, que "a fuerza de tanto conceder concluyeron por no conceder nada", y las dos coronas debieron buscar la solución de sus pleitos coloniales por medio de arreglos directos, conspiraciones metropolitanas o coloniales, guerras civiles o regionales, que continúan. Durante el reinado deFelipe IV y concretamente a partir de 1640, cuando estaba en su apogeo la revolución deOliverio Cromwell en Inglaterra,  hubo múltiples secesiones y sublevaciones de los distintos territorios que se encontraban bajo su cetro. Entre ellas, la guerra de Separación de Portugal, la rebelión de Cataluña (ambos conflictos iniciados en 1640), la conspiración de Andalucía (1641) y los distintos incidentes acaecidos en Navarra, Nápoles y Sicilia a finales de la década de 1640. A estos hechos se sumaban los distintos frentes europeos: la guerra de los Países Bajos (reanudada en 1621 tras expirar la Tregua de los Doce Años) y la guerra de los Treinta Años. A su vez, el enfrentamiento con Francia en esta última (desde 1635) quedó conectado con el problema catalán. Portugal se había rebelado en 1640 bajo el liderazgo de Juan de Braganza, pretendiente al trono. Éste había recibido un apoyo general de pueblo portugués, y los españoles que tenían múltiples frentes abiertos fueron incapaces de responder. Españoles y portugueses mantuvieron un estado de paz de facto entre 1641 y 1657. Cuando Juan IV murió, los españoles intentaron luchar por Portugal contra su hijo Alfonso VI de Portugal, pero fueron derrotados en la batalla de Ameixial (1663) y en la batalla de Montes Claros (1665), lo que llevó a España a reconocer la independencia portuguesa en 1668. En 1648 los españoles firmaron la paz con los holandeses y reconocieron la independencia de las Provincias Unidas en la Paz de Westfalia, que acabó al mismo tiempo con la Guerra de los Ochenta Años y la Guerra de los Treinta Años. A esto le siguió la expulsión de Taiwán y Hong Kong a manos de los británicos y la pérdida de Tobago, Curaçao y otras islas en el mar Caribe a manos de los holandeses.Hay varias teorías acerca de quién fue el primer europeo en llegar a las tierras que ahora forman el Brasil. Entre ellos, resalta la teoría que afirma que fue Duarte Pacheco Pereira entre noviembre y diciembre 1498 y la que sostiene que fue el español Vicente Yáñez Pinzón en 16 de enero de 1500, entre esas dos teorías está la dinámica de las relaciones entre España y la Nueva España y Portugal y Brasil, lo cierto es que los portugueses se adentraron como buenos navegantes por todo el Rio Amazonas y llegaron a dominar todo el territorio selvático que tenia como unica limitante la cordillera de los Andes.
Entre los siglos XVI y XIX, Brasil fue parte del imperio colonial portugués utilizando el nombre de Reino del Brasil y teniendo como capital a Salvador de Bahía. El 7 de septiembre de 1822, el país declaró su independencia y se convirtió en una monarquía constitucional, elImperio de Brasil y teniendo como capital a Río de Janeiro. Un golpe militar estableció en 1889 un sistema republicano. Desde entonces, Brasil ha sido nominalmente una república democrática, salvo por tres períodos de dictadura expresa: 1930-1934, 1937-1945 y 1964-1985. Brasil es desde los 1970 hasta la actualidad (2012), la mayor economía de Sudamérica, la sexta del mundo y el quinto país más poblado. También forma parte de los llamados BRICs (Brasil, Rusia, India, China). 



¿Pero el modelo brasileño tan alabado en México, es un Sub-imperialismo?. 

En los países de la periferia del sistema central lo que existe es un capitalismo dependiente, y el desarrollo posible es únicamente el desarrollo del subdesarrollo pues como ya mostró con mucha eficacia el teórico Andre Gunder Frank (maestro del que escribe) y como cosa extraña graduado de la Universidad de Chicago, es la naturaleza del capitalismo crear matrices y periferias, en camadas, así los BRICS fueron inventados porGoldman Sachs. Así este bloque de países tan alabado por los teóricos progresistas como bloque de contrapeso al Imperio, se vuelve ilusorio. Jamás, en el sistema capitalista, la gente que vive en la periferia podrá desarrollarse plenamente. Es una mentira que, de tantas veces repetida, aparece como verdad. Lo que sí, puede pasar, es que  algunos países de periferia desarrollaren algunos aspectos de la vida o de algunas regiones, pero al mismo tiempo, causando el subdesarrollo de otras. Subimperialismo.



Eso es lo que pasa en Brasil. Es, de hecho, un gigante, ocupando el 47% del área de América Latina. Tiene 8.514.876 kilómetros cuadrados y 23 mil kilómetros de frontera. Aparece como una potencia en la región y desde los años 50 del siglo pasado, cuando empezó a aceptar todos los conceptos del desarrollo capitalista ha vivido esa realidad. Desarrollo en algunas regiones y miseria infinita en otras. Capitalismo dependiente. Hoy, viviendo un momento de crecimiento económico, refuerza aún más su política subimperialista en relación con los demás países vecinos del gigante brasileño. Política esa que empezó con fuerza en el periodo de la dictadura militar, cuando igualmente pasó por un vigoroso proceso de crecimiento, apoyado por el imperio estadounidense.



El teórico brasileño Ruy Mauro Marini es el que mejor ha definido el concepto de subimperialismo (La acumulación capitalista mundial y el subimperialismo, Ruy Mauro Marini, Tomado de Cuadernos Políticos n. 12, Ediciones Era, México, abril-junio de 1977. Nota: Cuando fundamos la Escuela de Economía de Torreón, trajimos a un pupilo brasileño a impartir clases, no se adecuó  a la problemática coahuilense y se retiró), llevado a cabo por los países dependientes, como es el caso de Brasil en América Latina. Marini deja muy claro que el subimperialismo no es un imperialismo de grandeza menor o de segunda categoría. Es un fenómeno que comparte leyes del desarrollo capitalista comunes a la teoría del imperialismo (monopolios y capital financiero), aunque tenga elementos propios que corresponden al funcionamiento del capitalismo dependiente tales como la superexplotación del trabajo, la integración del capital nacional al extranjero y la monopolización extrema a favor de la industria suntuaria y en épocas presentes el trafico de armas, drogas y petróleo-gas-agua. Según  Marini, el subimperialismo sigue la lógica de la cooperación antagónica, sea cual sea, al mismo tiempo que coopera con el imperialismo en las políticas generales, actúa en una dinámica contradictoria buscando el dominio entre sus vecinos, buscando hegemonía regional. Esa dinámica ya pudo ser notada a partir de los años 60s cuando la nueva división del trabajo de la posguerra generó subcentros políticos que, además de su dependencia, entraron en la etapa del monopolio y del capital financiero, según la ONU para el 2025 lasciudades-estado mas poderosas del orbe serán Londres (la capital del imperialismo británico que se encuentra subyacente en China, India, Sudáfrica, Australia, Canadá y toda la llamada Commonwealth Británica), luego la segunda ciudad-estado mas poderosa sería Rio de Janeiro-Sao Paulo y el subimperialismo brasileño y la tercera urbe Ciudad-estado mas poderosa seria la Ciudad de México. 


En el caso de Brasil que estamos analizando y sintetizando, ese movimiento empezó en la década de 1970s, cuando el régimen militar vivió lo que se conoció luego como el “milagro brasileño”, época de crecimiento económico con fuerte participación del capital extranjero y una forma específica de la reproducción del capital, o sea, el desarrollo del subdesarrollo (el ejercito brasileño formó parte de este proceso). En los años 70s,  Brasil ya estaba en el noveno  lugar en la producción de automóviles y era el segundo exportador de armas, quedando atrás solamente de Israel. Así como muy bien explica Ruy Mauro Marini, el subimperialismo brasileño “no es solo la expresión de un fenómeno económico. 

Es resultado en una amplia medida del proceso mismo de la lucha de clases en el país y del proyecto político, definido por el equipo tecnocrático-militar que asume el poder en 1964, aunados a condiciones coyunturales en la economía y la política mundiales”.


En esa década hubo un “boom” financiero que se desplazó hacia los países subdesarrollados. En ese tiempo, Brasil estaba en la primera fila entre los receptores de capitales extranjeros, especialmente del Japón. Para que se tenga una idea, según Marini, las inversiones extranjeras, de 1966 al 1970 pasaran de 479 mil a 3,485 mil millones de dólares. Y el estado tenía que abrir camino para su realización. Crecían entonces los aires de potencia de Brasil. Así que no fue sin razón la otra forma de actuación subimperialista concretada en el saqueo de materias primas y de fuentes de energía en los países vecinos, como el leonino Tratado de Itaipú firmado con Paraguay en 1973, para la construcción de la mayor planta hidroeléctrica de América Latina, en el Río Paraná. La obra destruyó una de las mayores bellezas naturales de la región: las siete cataratas de Iguazú, en ese tratado que sigue vigente,  Paraguay esta obligado a vender su excedente energético a Brasil hasta el año de 2023, y por un precio absurdamente bajo. El total era de 45,31 dólares kwh, pero solamente 2,81 se quedaba con el gobierno paraguayo, una vez que el restante era enviado al Brasil como pago de la deuda por la construcción. La cuestión del precio solo fue reparada parcialmente tiempo después, en julio de 2011, ya en el gobierno deFernando Lugo y eso explica parte del reciente golpe militar. 

También ha habido intervenciones militares como las que se llevaron a cabo en la década de los años 70s, en el caso de Bolivia, cuando la gente luchaba por una Asamblea Popular, Brasil ofreció ayuda a los adversarios de Juan José Torres, y eso fue decisivo en el golpe de estado, con el envío de armas a Santa Cruz de la Sierra a través de aviones brasileños, actualmente, Brasil es el gran beneficiario de la explotación del gas natural boliviano. En 1971, el ejército brasileño estuvo listo a invadir  Uruguay, a propósito de las elecciones y solo no hizo porque ganó el candidato de la derecha.  Pese a ello, Uruguay siguió recibiendo ayuda del gobierno brasileño que entrenó a  los escuadrones de la muerte que pusieron fin a los tupamaros (grupo de izquierda que luchaba por una liberación nacional y que hoy están en el poder y no le perdonan a Brasil ese intervencionismo). Hoy también se sabe que el gobierno de Brasil colaboró con Estados Unidos en el golpe contra  Salvador Allende, en 1973. Y estos son apenas algunos de los ejemplos que muestran la colaboración con el imperio en cuanto se van configurando las bases para la explotación subimperialista. En esos tiempos, como describe Ruy Marini, la burguesía nacional ya tenía muy claro que su mejor opción – una vez que había fracasado el proyecto de un desarrollo capitalista autónomo – sería quedarse como socia secundaria del imperialismo, garantizando algunas cosas por la vía de la dominación regional. 


En los años 90, con las criminales privatizaciones llevadas a cabo por el economistaFernando Henrique Cardoso, empresas estatales como Vale do Rio Doce y la Compañía Siderúrgica Nacional (modelo Salinas de Gortari) cayeran en manos privadas para, poco después, convertirse en gigantes multinacionales con tentáculos por todo el continente y aún mas allá. Y para que se tenga en cuenta el tamaño del saqueo, solamente la empresa Vale do Rio Doce (propietaria  de la mayor reserva de la minería de hierro del mundo) fue vendida por 300 millones de dólares-igual que AHMSA de Monclova, subvaluado los activos, y en el mismo año – ya en manos privadas – cerraba su balance con una ganancia de más de cinco mil millones de dólares. Hoy es una de las empresas que más lucra en el país, llegando a 6,452 mil millones de dólares, depredando las selvas y operando en los cinco continentes en la misma lógica de explotación laboral que cualquier otra multinacional. 


Recuerden que el Grupo Modelo recién entregado a los belgas, tiene de socio minoritario a los brasileños. Con la llegada de Luis Inácio Lula da Silva y del Partido del Trabajo al poder, (el PT mexicano es manejado por Raúl Salinas de Gortari), empezó también una nueva ola de internacionalización de la economía. En ese aspecto, el Banco Nacional de Desarrollo Social (BNDS) ha cumplido una misión muy específica. 


Trata de financiar obras de grande envergadura en los países vecinos como Perú, Ecuador y Bolivia, imponiendo a esos países a compañías brasileñas como la Petrobras, Odebrech, Andrade Gutiérrez y otras. Su actuación en esos países es la misma que cualquier otra transnacional  de nivel  mundial, con toda su carga de problemas y conflictos con las poblaciones locales. Basta recordar lo que pasó en Bolivia con la cuestión del gas, luego de que asumió el poder Evo Morales, cuando el país vecino intentó cambiar los acuerdos que tenía con Petrobras, con los cuales  Bolivia estaba siendo desangrada, Brasil se negó y amenazó con guerra. Las declaraciones de los políticos y empresarios brasileños fueran las típicas del imperio. También podemos apuntar la destrucción del medio ambiente cometidas por empresas brasileñas en Ecuador, con recurrentes conflictos con  las comunidades indígenas, y la reciente cuestión que involucra al  BNDS y a 63 comunidades de un Parque Nacional en Bolivia, donde el gobierno empezaba a construir una carretera que más servía  a los intereses de Brasil que de Bolivia. Brasil ha sido continuamente sede del Foro Social Mundial Alternativo a Davos, en el que expusieron sus posiciones anticapitalistas Castro, Chávez y Evo Morales, sin preocuparse que la Fundación Ford, vinculada a la CIA, que ayudó a Hitler a tomar el poder, fuera una de sus principales auspiciadoras. 


Lo que sí es cierto es que la expansión subimperialista de Brasil en América Latina sigue muy firme. Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), solo en el año de 2010, el Brasil envió – a través de las compañías “nacionales” – cerca de 11, 5 mil millones de dólares al exterior. Eso pasó porque compañías brasileñas como Vale, Gerdau, Camargo Correa, Votorantim, Petrobras e Brasken hicieran importantes adquisiciones en las industrias de la minería del  hierro, acero, alimentación, cementos, químicos y refinación de petróleo, incluso en los países desarrollados. Finalmente, hay una disputa entre tres modelos de desarrollo muy distintos que es, en última instancia, lo que está en juego de verdad. Uno de ellos es el del capitalismo dependiente y subimperialista, hegemonizado por la clase dominante. El segundo es el modelo trabajado desde la izquierda, que hoy propone el denominado Socialismo del Siglo XXI, que recupera los principios centrales del socialismo dialécticamente combinados con los nuevos tiempos, Estado y Mercado. Y en tercer lugar está el modelo que viene de las luchas indígenas, secularmente olvidadas tanto por la derecha como por la izquierda. Según los líderes de esos levantamientos de la gente originaria de estos mundos, la propuesta del socialismo del siglo XX no les incluye y no considera sus demandas. La propuesta de los indígenas están consolidadas en el paradigma del “Sumak Kausay”, que quiere decir bien-vivir o Economía Solidaria. 


Este concepto que empieza a recorrer  por toda Abya Yala (nombre originario de América Latina) trabaja con la idea de una armonía con la naturaleza, con la explotación sustentable de los recursos, con la vivencia de viejos principios como solidaridad, comunidad, equidad, cooperación, muchos de ellos  muy alejados de las propuestas desarrollistas que existen tanto en el proyecto hegemónico cuanto en los planes de la izquierda neoliberal, extremadamente corrupta del PRD y PT mexicanos.

Economista, Académico y Periodista

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