Marilyn Monroe Died 50 Years Ago Today. Here's Mailer on the 'Angel of Sex'
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Two legends meet in the pages of The Atlantic. 
The stated goal of his work on Monroe was to create a "literary hypothesis" of the legend "who might actually have lived," that was so good, any "future facts discovered about her would have to to war with the character he created." He may have succeeded.
Here he is discussing her marriage to Arthur Miller, which due to the vagaries of copyright law, is the only part I can reproduce here:
EN "PLAYBOY". Tom Kelley la retrató así en 1949, y en
1953 una imagen fue portada de esa revista. Se vendieron 54 mil
ejemplares. (Foto: ESPECIAL )
Reuters
Norman Mailer, tough guy to like. Marilyn Monroe, an
easy persona to love. She died 50 years ago today, and in the August issue of
The Atlantic in 1973, he ran an excerpt from his book on her. The stated goal of his work on Monroe was to create a "literary hypothesis" of the legend "who might actually have lived," that was so good, any "future facts discovered about her would have to to war with the character he created." He may have succeeded.
Here he is discussing her marriage to Arthur Miller, which due to the vagaries of copyright law, is the only part I can reproduce here:
How beautiful they look in their wedding pictures. Staid Arthur Miller has been a scandal to his friends ... for he and Marilyn sit in entwinement for hours. Like Hindu sculpture, their hands go over one another's torsos, limbs, and outright privates in next to full view of company ...
But ... like everything else in Marilyn's life, she lived in the continuing condition of a half-lie, which she imposed upon everyone as an absolute truth--it was that Miller adored her out of measure. Like a goddess. Since Miller was also a man with such separate needs as the imperative to write well ... this half-lie or half-truth that he adored her without limit had to collapse ... Now there was an absolute denial, equally ill-founded. He did not love her at all. He wished only to use her ...
She, with her profound distrust of everyone about her, begins to suspect him. Has he married her because he can't write anymore? Is his secret ambition to become a Hollywood producer? ...
She has lived with the beautiful idea that some day she and Arthur would make a film that would bestow upon her public identity a soul. Her existence as a sex queen will be reincarnated in a woman. It is not that her sex will disappear so much as that the sex queen will become an angel of sex ...
It was as if she wanted to become the angel of American life; as if, beneath every remaining timidity and infirmity, she felt that she deserved it. Perhaps she did. Are there ten women's lives so Napoleonic as her own?
Marilyn Monroe. Instantáneas de una leyenda
Richard Avedon, Tom Kelley, Cartie-Bresson, Bertram Stern son algunos de los fotógrafos que captaron imágenes memorables de la Venus del siglo XX
EN "PLAYBOY". Tom Kelley la retrató así en 1949, y en
1953 una imagen fue portada de esa revista. Se vendieron 54 mil
ejemplares. (Foto: ESPECIAL )
Domingo 05 de agosto de 2012 Alida Piñón | El Universal
ana.pinon@eluniversal.com.mx
Los fotógrafos que retrataron a Marilyn Monroe contribuyeron, en buena medida, a la mitificación del símbolo de la belleza femenina de mediados del siglo XX. Desnuda, curvilínea, sensual, glamorosa, fresca, hermosa, solitaria, perfecta, así era la mujer frente a la cámara.
Uno de los primeros en retratarla fue André de Dienes, quien capturó a una Norma Jean Baker con la frescura de sus gestos juveniles; Cecil Beaton, destacado fotógrafo de las estrellas y de la nobleza, resaltó en su serie de instantáneas toda la inocencia de la actriz; Eve Arnold, la fotoperiodista de la agencia Magnum que consiguió renombre gracias a la serie de imágenes que realizó de la estrella durante el rodaje de “Vidas rebeldes”; Frank Powolny, responsable de su imagen más glamorosa; Henri Cartier-Bresson, también testigo de excepción de la filmación de “Vidas rebeldes”; Sam Shaw, autor de algunas de sus fotografías más famosas, como aquella en la que captaturó el momento en que volaba su memorable vestido blanco y Tom Kelley, el autor de las fotos que hizo famosas la revista Playboy, en las aparecía sobre un terciopelo rojo.
Algunos de los más importantes que construyeron con el objetivo de sus cámaras la imagen icónica de la esposa de Arthur Miller, fueron Earl Moran, Richard Avedon, Bert Stern y George Barris.
Entre 1946 y 1950, Earl Moran contrató a la joven Norma Jeane para una sesión de fotos que resaltaban su sensualidad, trabajo que ella aceptó para poder pagar el alquiler de su casa.
Marilyn posó para él de vez en cuando durante cuatro años, le pagaba 10 dólares la hora y la hacía portar trajes y vestidos y, a veces, en topless. Las fotografías se usaron como referencia para las ilustraciones pin-up de Moran, utilizados, entre otros, por el importante calendario de la empresa Brown & Bigelow.
Detrás de la sonrisa
El fotógrafo Richard Avedon trazó el camino de la fotografía de modas; antes de él, las modelos aparecían rígidas y grises, después de él hubo vitalidad en la imagen. Ante su lente desfilaron las actrices más famosas de mediados del siglo XX, como Elizabeth Taylor, pero su sesión de fotos con la rubia, para le revista Life, fue la que le dio notoriedad internacional.
En el 2007, a propósito de los 50 años de la visita de Monroe al estudio de Avedon en Madison Avenue, la revista New York publicó: “Durante horas bailaron y cantaron y coquetearon, incluso el propio fotógrafo dijo que el vino blanco ayudó a las cosas. Luego fue la caída inevitable, ella se sentó en la esquina como un niño”. Avedon hizo clic en el obturador una vez más y retrató a la actriz con la mirada perdida, sin su sonrisa indeleble, sin su máscara sexual. “No la iba a fotografiar sin su conocimiento, pero yo estaba con la cámara y vi que no me estaba diciendo que no”.
Hasta hoy el cuadro es uno de los retratos más famosos hechos a un icono de la cultura de masas. Al respecto, el filósofo Roland Barthes, escribió: “El trabajo de Avedon es la evidencia de que, dentro de la imagen, siempre hay algo más”.
Bert Stern, amigo personal de la actriz, fue uno de los últimos en retratarla, su colección de 2 mil 500 fotografías fue tomada durante tres días, seis semanas antes de su muerte, por encargo de la revista Vogue, que no quedó satisfecha con el trabajo, pues algunas mostraban a una mujer “real” y con “defectos”.
Aquellas fotos fueron bautizadas como The last sitting (La última sesión), en la que apareció una Norma Jean de 36 años, delgada pero curvilínea y sensual, que se transparentaba bajo un pañuelo. Las luces realzaban su piel transparente, sus primeras arrugas y los surcos de su boca, y una marca en el costado, recuerdo fresco de una operación de vesícula. “Vi la cicatriz. Una imperfección que sólo la hacía parecer más vulnerable y acentuaba la suavidad de su piel. Era de color champán, de color alabastro, podías meter un dedo en su piel, como probar un merengue recién hecho”, dijo alguna vez el autor.
Al respecto, Jonio González escribe en el libro Marilyn Monroe: “Sus pechos desnudos tras un pañuelo de seda listado, menos voluminosos de lo que siempre fueron imaginados, soñados, por múltiples hombres en todo el mundo (…). Ningún retrato de Marilyn resulta tan patético como éste; la reina del espectáculo revela qué había debajo de lo que a ese espectáculo ofrecía: un cuerpo de mujer que se contradice flagrantemente con ese otro cuerpo perseguido por todos”.
El brillo final
La primera vez que el fotógrafo George Barris conoció a Marilyn, de 28 años de edad, pensó que ella no actuaba como una estrella de cine, sino como una adolescente, hermosa y sexy, pero casi siempre tierna e inocente. “Lo que más me impresionó fue que siempre era educada y amable con todas las personas, sin falsedades ni esnobismos”.
Ocho años después, la imagen que tenía de la rubia cambió: “Podía ver la tristeza en sus ojos, ella había aprendido a sonreír, a reír, a ser como un payaso, aunque su corazón estaba destrozado”.
Realizaron una sesión en la playa de Santa Mónica para un libro. Y una noche antes de que se conociera la noticia de su muerte, hablaron por teléfono. “Habíamos tenido una sesión y por la noche platicamos, le pregunté qué era lo que más deseaba en la vida y me respondió: ‘Lo que soy, acaba de empezar’”.
ana.pinon@eluniversal.com.mx
Los fotógrafos que retrataron a Marilyn Monroe contribuyeron, en buena medida, a la mitificación del símbolo de la belleza femenina de mediados del siglo XX. Desnuda, curvilínea, sensual, glamorosa, fresca, hermosa, solitaria, perfecta, así era la mujer frente a la cámara.
Uno de los primeros en retratarla fue André de Dienes, quien capturó a una Norma Jean Baker con la frescura de sus gestos juveniles; Cecil Beaton, destacado fotógrafo de las estrellas y de la nobleza, resaltó en su serie de instantáneas toda la inocencia de la actriz; Eve Arnold, la fotoperiodista de la agencia Magnum que consiguió renombre gracias a la serie de imágenes que realizó de la estrella durante el rodaje de “Vidas rebeldes”; Frank Powolny, responsable de su imagen más glamorosa; Henri Cartier-Bresson, también testigo de excepción de la filmación de “Vidas rebeldes”; Sam Shaw, autor de algunas de sus fotografías más famosas, como aquella en la que captaturó el momento en que volaba su memorable vestido blanco y Tom Kelley, el autor de las fotos que hizo famosas la revista Playboy, en las aparecía sobre un terciopelo rojo.
Algunos de los más importantes que construyeron con el objetivo de sus cámaras la imagen icónica de la esposa de Arthur Miller, fueron Earl Moran, Richard Avedon, Bert Stern y George Barris.
Entre 1946 y 1950, Earl Moran contrató a la joven Norma Jeane para una sesión de fotos que resaltaban su sensualidad, trabajo que ella aceptó para poder pagar el alquiler de su casa.
Marilyn posó para él de vez en cuando durante cuatro años, le pagaba 10 dólares la hora y la hacía portar trajes y vestidos y, a veces, en topless. Las fotografías se usaron como referencia para las ilustraciones pin-up de Moran, utilizados, entre otros, por el importante calendario de la empresa Brown & Bigelow.
Detrás de la sonrisa
El fotógrafo Richard Avedon trazó el camino de la fotografía de modas; antes de él, las modelos aparecían rígidas y grises, después de él hubo vitalidad en la imagen. Ante su lente desfilaron las actrices más famosas de mediados del siglo XX, como Elizabeth Taylor, pero su sesión de fotos con la rubia, para le revista Life, fue la que le dio notoriedad internacional.
En el 2007, a propósito de los 50 años de la visita de Monroe al estudio de Avedon en Madison Avenue, la revista New York publicó: “Durante horas bailaron y cantaron y coquetearon, incluso el propio fotógrafo dijo que el vino blanco ayudó a las cosas. Luego fue la caída inevitable, ella se sentó en la esquina como un niño”. Avedon hizo clic en el obturador una vez más y retrató a la actriz con la mirada perdida, sin su sonrisa indeleble, sin su máscara sexual. “No la iba a fotografiar sin su conocimiento, pero yo estaba con la cámara y vi que no me estaba diciendo que no”.
Hasta hoy el cuadro es uno de los retratos más famosos hechos a un icono de la cultura de masas. Al respecto, el filósofo Roland Barthes, escribió: “El trabajo de Avedon es la evidencia de que, dentro de la imagen, siempre hay algo más”.
Bert Stern, amigo personal de la actriz, fue uno de los últimos en retratarla, su colección de 2 mil 500 fotografías fue tomada durante tres días, seis semanas antes de su muerte, por encargo de la revista Vogue, que no quedó satisfecha con el trabajo, pues algunas mostraban a una mujer “real” y con “defectos”.
Aquellas fotos fueron bautizadas como The last sitting (La última sesión), en la que apareció una Norma Jean de 36 años, delgada pero curvilínea y sensual, que se transparentaba bajo un pañuelo. Las luces realzaban su piel transparente, sus primeras arrugas y los surcos de su boca, y una marca en el costado, recuerdo fresco de una operación de vesícula. “Vi la cicatriz. Una imperfección que sólo la hacía parecer más vulnerable y acentuaba la suavidad de su piel. Era de color champán, de color alabastro, podías meter un dedo en su piel, como probar un merengue recién hecho”, dijo alguna vez el autor.
Al respecto, Jonio González escribe en el libro Marilyn Monroe: “Sus pechos desnudos tras un pañuelo de seda listado, menos voluminosos de lo que siempre fueron imaginados, soñados, por múltiples hombres en todo el mundo (…). Ningún retrato de Marilyn resulta tan patético como éste; la reina del espectáculo revela qué había debajo de lo que a ese espectáculo ofrecía: un cuerpo de mujer que se contradice flagrantemente con ese otro cuerpo perseguido por todos”.
El brillo final
La primera vez que el fotógrafo George Barris conoció a Marilyn, de 28 años de edad, pensó que ella no actuaba como una estrella de cine, sino como una adolescente, hermosa y sexy, pero casi siempre tierna e inocente. “Lo que más me impresionó fue que siempre era educada y amable con todas las personas, sin falsedades ni esnobismos”.
Ocho años después, la imagen que tenía de la rubia cambió: “Podía ver la tristeza en sus ojos, ella había aprendido a sonreír, a reír, a ser como un payaso, aunque su corazón estaba destrozado”.
Realizaron una sesión en la playa de Santa Mónica para un libro. Y una noche antes de que se conociera la noticia de su muerte, hablaron por teléfono. “Habíamos tenido una sesión y por la noche platicamos, le pregunté qué era lo que más deseaba en la vida y me respondió: ‘Lo que soy, acaba de empezar’”.
Marilyn Monroe: 50 apuntes de una leyenda
Fuente: Laura Luz Morales
05 agosto 2012
Escultura de Marylyn Monroe en la Avenida Michigan de Chicago
-
La rubia de Hollywood falleció un día como hoy hace medio siglo. Sensualidad
que enamora, estilo que inspira, vulnerabilidad que entristece. Marilyn es, en
el sentido más romántico, un personaje misterioso y fascinante; mientras que el
pragmatismo la ha convertido en ícono de la cultura pop y en objeto jugoso de la
mercadotecnia
Marilyn Monroe es una leyenda inmortal. Un ícono del glamur y la sensualidad que ensombrece con un toque de fragilidad y misterio. Belleza y vulnerabilidad le otorgan el epíteto de “perfecta”. Un yin yang.
La rubia de Hollywood (Los Ángeles, 1926) falleció hace exactamente medio siglo, el 5 de agosto de 1962, a los 36 años de edad. Fue una de las actrices más rentables de la Meca del Cine, aunque nunca se le calificó como la más talentosa. En cambio, fue considerada la sex symbol por excelencia, gracias a su rubia cabellera, su acentuada figura y sus labios carmín. Pese a sus inseguridades conocidas en el medio, enamoró a grandes personalidades. Aunque tal vez nunca se amó a sí misma con la misma intensidad.
Hoy su historia de sets, romances y secretos sigue guardando cierto halo enigmático que la convierte en inspiración de músicos, pintores y escritores. Marilyn finalmente consiguió el mejor papel de su vida: interpretarse a sí misma cual fantasma con un pendiente entre mortales. ¿El precio? Su imagen, a 50 años de su partida, es martirizada por la más avariciosa mercadotecnia.
1. Marilyn Monroe comenzó su carrera como modelo fotográfica y a partir de 1946, al firmar un contrato con la Twenty Century Fox, empezó a interpretar pequeños papeles en películas de bajo presupuesto.
2. En 1950, después de pasar brevemente por Columbia Pictures, interpretó dos pequeños papeles en las películas “The Asphalt Jungle” y “All About Eve”, que lograron un gran éxito.
3. Otras cintas taquilleras que le siguieron, con papeles ya protagónicos, fueron “Niágara”, “Los Caballeros las Prefieren Rubias”, “How to Marry a Millionaire”, “River of No Return” y “There’s No Business Like Show Business”.
4. En 1956 recibió su primera nominación al BAFTA por “The Seven Year Itch” y en 1958 la segunda por “El Príncipe y la Corista”.
5. En 1957 fue nominada al Globo de Oro a mejor actriz de comedia o musical por “Bus Stop”, premio que ganó más adelante, en 1960, por la cinta “Some Like it Hot”, su mayor éxito comercial. Éste fue el único galardón importante que obtuvo en su carrera.
6. El American Film Institute la considera entre las diez mejores estrellas femeninas de todos los tiempos.
7. El historiador de cine Leonard Maltin lamentó que muchas personas conozcan a Marilyn “como imagen e icono”, pero no como actriz, y destacó de su carrera, además de las comedias, los papeles dramáticos que interpretó en “Los Inadaptados” y “Nunca fui Santa”.
8. Lawrence Schiller, el fotógrafo que acompañó a Marilyn Monroe en sus últimos dos años de vida, cuenta en su libro “Marilyn and Me” que la actriz sufría por no ser reconocida por su talento: “Una vez me dijo: ‘¿A cuántos Oscar crees que me han postulado?’. Yo me encogí de hombros. ‘¿Ves?’, me respondió. ‘A ninguno, no soy una persona reconocida por mi trabajo’.
9. Marilyn inauguró la revista Playboy con una fotografía suya en la portada, en diciembre de 1953, y desde ese momento su sensualidad se convirtió en su principal atractivo.
10. Según Brandon Holley, editor de la revista Lucky, “la mayoría de las mujeres menores de 40 años no han visto sus películas. Para ellas Marylin es un tipo de estilo: la silueta de reloj de arena, y muchas mujeres se identifican con eso”.
11. Christopher Nickens, coautor del reciente libro “Marilyn in Fashion”, una peculiar revisión de la influencia de Monroe en la moda, considera que “Marilyn fue el epítome de un tipo de ideal femenino”.
12. Su principal legado a esa industria, consideró, fue colocar entre la vestimenta diaria piezas que realzaban el cuerpo.
13. Lois Banner, biógrafa de Monroe y quien recientemente publicó un nuevo libro, opinó que la propia Marilyn se “inventó” a sí misma. Se tiñó el cabello castaño en un tono rubio, eligió el maquillaje y fingió una vocecita sensual.
14. La misma biógrafa aseguró que de “rubia tonta” no tenía nada. “Ella era extremadamente inteligente”, y añadió que al haber muerto demasiado joven, congeló su imagen para la eternidad.
15. En 1995 Marilyn fue elegida por los lectores de la revista Empire como la actriz cinematográfica más sexy de todos los tiempos.
16. Dos años después, la misma publicación la clasificó como la octava estrella del cine más grande de todas las épocas.
17. En 1999, la revista People la consideró la mujer más sexy del siglo.
fotos: vanguardia-archivo
18. Existe una clásica narrativa conocida sobre Monroe como víctima, quien, según múltiples biografías, fue maltratada cuando era una niña.
19. Monroe, cuyo nombre real era Norma Jeane Mortenson, pasó gran parte de su infancia en casas con familias adoptivas, donde incluso se menciona que sufrió abuso sexual.
20. En el libro “Marilyn Monroe: My Little Secret Told by Jane Lawrence”, del autor Tony Jerris, se revela que la estrella sostuvo en su adolescencia un romance homosexual.
21. El material se centra en una relación entre Marilyn y Jane cuando la estrella tenía 16 años y la otra joven sólo 12.
22. Banner también insinúa en su libro esta posibilidad: “Tenía a todos los hombres más influyentes y fascinantes, pero en el fondo la diva deseaba a las mujeres, tanto que llegó a pensar que era lesbiana”.
23. Monroe estuvo casada con el jugador de beisbol Joe DiMaggio, en 1954, y luego con el dramaturgo Arthur Miller, entre 1956 y 1962.
24. Se dice que entre sus conquistas destacaron el actor Marlon Brando, el cantante Frank Sinatra, y los políticos y hermanos John y Robert Kennedy.
25. “Nunca entré al dormitorio de Marilyn”, señaló el fotógrafo Lawrence Schiller. “Pero puedo decir una cosa: yo estaba ahí cuando llegaba el auto de Bobby Kennedy y su chofer. Años después me dijo que la relación entre ambos era de ‘amigos íntimos’”.
26. El libro de Schiller incluye imágenes inéditas, todas de Marilyn Monroe entre los 34 y los 36 años, desde el rodaje de “Mi Adorable Pecadora” en 1960, hasta “Something’s Got to Give”, el filme interrumpido por su propia muerte, a los 36 años.
27. Schiller, ex fotógrafo de las revistas Look, Life y Time, vio a la actriz horas antes de su deceso. “La encontraron muerta la mañana del 5 de agosto y yo la vi la mañana del 4 de agosto. Ella estaba confundida, con la mente en otra parte”, señaló.
28. Aunque según un informe forense la actriz se suicidó con una sobredosis de somníferos, las causas de su deceso, el 5 de agosto de 1962, siguen siendo objeto de controversia.
29. Schiller, por su parte, dijo no creer en conspiraciones, pues recuerda que en aquel momento era emocionalmente inestable. “Estaba siempre en tratamiento con su siquiatra y había estado internada poco tiempo antes en un hospital por lo mismo”.
30. La primera autopsia realizada al cuerpo de la actriz reveló que falleció de una sobredosis de barbitúricos y se especuló el suceso como “un probable suicidio”, posibilidad que nunca se comprobó.
31. Otras teorías sugieren que John y Robert Kennedy tuvieron algo que ver con la muerte de Monroe, incluso se dice que fue un crimen de intereses.
32. Sus restos se encuentran en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, California.43. A finales de 2010, Authentic Brands Group y su socio NECA compraron el patrimonio de Marilyn Monroe, que incluye su imagen.
33. “Candle in the Wind”, uno de los sencillos más vendidos de todos los tiempos cuando en 1997 Elton John se lo dedicara a la Princesa Diana de Gales, fue en su versión original de 1973 un tema compuesto por el británico, con letra de Bernie Taupin, en honor a Mailyn. “Tu vela se apagó mucho antes que tu leyenda”, reza la canción.
34. La imagen de Marilyn se ha convertido en inspiración para muchas famosas. Nicole Kidman, Lindsay Lohan, Rihanna, Michelle Williams, Viola Davis y otras muchas estrellas han aparecido en páginas de distintas revistas emulándola.
35. En la música, cantantes como Madonna, Christina Aguilera, Gwen Stefani, Lady Gaga y Nicki Minaj han incorporado el conocido estilo de Monroe a su imagen.
36. En la pantalla grande, la actriz Michelle Williams fue nominada a un Oscar por su conmovedora interpretación de Monroe en “My Week With Marilyn”.
37. Una de las series más populares de la TV estadounidense es “Smash”, de la NBC, sobre un musical de Broadway basado en la vida de Marilyn, en la que dos actrices compiten por el papel principal.
38. Este año, Cannes le realizó un homenaje a Monroe por el 50 aniversario de su muerte. En vida, la actriz nunca asistió al festival de cine en Francia.
39. Monroe también fue una fuente de inspiración para artistas plásticos. Andy Warhol la inmortalizó en el cuadro “Gold Marilyn Monroe”, y en dos meses, el artista realizó una serie de más de 20 pinturas donde el rostro de la actriz se repetía en distintos colores.
40. Además en el famoso “Díptico de Marilyn”, el padre del arte pop plasma cincuenta veces el rostro de la sensual rubia: una mitad a color y la otra en blanco y negro.
41. Otros artistas plásticos que la han hecho su musa en alguna ocasión han sido Bansky, el misterioso grafitero, Murat Pulat, Ernesto Tatafiore, Daniel Spoerri, Jean Jacques Lebel y el español Antonio de Felipe.
42. La exposición “Una Vida de Leyenda. Marilyn Monroe” exhibió más de 280 obras de artistas internacionales. Se celebró entre 2002 y 2005 e hizo paradas en ciudades como Londres, Valencia y Madrid.
43. A finales del 2010, Authentic Brands Group y su socio NECA compraron el patrimonio de Marilyn Monroe, que incluye su imagen.
44. El director general de la empresa, Jamie Salter, dijo que busca actualizar la marca MM para hacerla pasar de productos baratos, a desarrollar marcas de cosméticos, spas, salones de belleza, trajes de baño, trajes deportivos, zapatos, bolsos y muchos más artículos.
45. El famoso vestido blanco que la rubia utilizó en “La Comezón del Séptimo Año”, en la escena donde la brisa le levanta la falda por una rejilla, fue subastado el año pasado por 5.6 millones de dólares. También en 2011 otro vestido que Monroe usó en el western “Almas Perdidas” se remató por 516 mil dólares en Macao, China.
46. Por 16 mil 250 dólares se vendió un desnudo firmado de su sesión de fotos “de terciopelo rojo” con el fotógrafo Tom Kelly.
47. Una estatua de 7.9 metros de altura y 15 toneladas de peso que emula a Marilyn con su vestido ondulante mostrando su ropa interior, creada por el artista Seward Johnson, se encuentra en Palm Springs, California.
48. En Facebook, Marilyn tiene más de tres millones de admiradores, el 70 por ciento de ellos son menores de 24 años. También tiene 53 mil seguidores en Twitter.
49. También hay planes de producir un reality de Marilyn Monroe, en el cual sus jóvenes competidoras participarán para convertirse en el nuevo icono de Hollywood.
50. La actriz aparece, según las listas de Forbes, como la tercera celebridad muerta que más dinero percibe tras Michael Jackson y Elvis Presley. (Con información de AP, Notimex, AFP, EFE)
Marilyn Monroe, una muerte con muchos cabos sueltos
ÓSCAR BELLOT 5 de agosto de 2012Poco después de las cuatro de la mañana del 5 de agosto de 1962 se difundía la trágica noticia. La mujer más anhelada por los hombres y envidiada por las mujeres, la diosa del sexo, yacía muerta en su cama del número 12305 de Fifth Helena Drive en Los Ángeles. Contaba con 36 años y una treintena de películas a sus espaldas. Miles de fotografías habían dado testimonio de su belleza y, sobre todo, de la enorme carga de sensualidad que emanaba de sus 1,66 metros de estatura y sus perfectas medidas: 94-58-92.
Durante su infancia se había visto obligada a cambiar constantemente de hogar y, ya adulta, repitió idéntico patrón con los hombres, sumida en una eterna búsqueda del amor que siempre deseó y que fatalmente jamás halló, salvo, quizás, en la figura de su segundo marido, Joe DiMaggio, quien nunca dejó de llevar flores a su tumba pese a que su matrimonio apenas duró nueve meses, incapaz de soportar el beisbolista los lujuriosos ojos que se posaban sobre las curvas de su esposa a cada paso que esta daba.
El estupor recorrió el orbe. Resultaba imposible creer que se hubiera apagado la llama de la rubia más famosa de la historia del cine. Y no porque se careciese de señales de que el trágico desenlace de una vida en la que el brillo de los focos que apuntaban a su cuerpo ocultaba una profunda infelicidad podía producirse en cualquier momento. Marilyn Monroe había llevado a cabo previamente varios intentos de suicidio y de su inestabilidad emocional podían dar fe compañeros de profesión, amantes y especialmente, su psiquiatra, el doctor Ralph Greenson. Simplemente había ascendido al panteón de los inmortales. Su ausencia dejaba huérfano al mundo del mayor icono femenino del siglo XX y este no podía aceptar la tesis oficial: posible suicidio por sobredosis de barbitúricos. Muchos siguen sin poder hacerlo. De ahí que los teóricos de la conspiración continúen haciendo oír sus voces.
¿Crimen de Estado?
Lo cierto es que el campo quedó abonado para ello. Lo que ocurrió en las horas posteriores al momento en que la actriz exhaló su último suspiro es digno del mejor guión de Hollywood: un lapso de unas ocho horas entre el instante de la muerte y el momento en que se dio cuenta de esta a la Policía, testigos que aseguran que se alteró la escena del crimen, una autopsia realizada por un forense inexperto llena de claroscuros y misteriosos personajes moviéndose por el lugar de los hechos.
La tesis más alarmante es la que alude a un asesinato perpetrado por orden de la familia Kennedy. Diversas fuentes apuntan a que John F. Kennedy había mantenido una aventura con la estrella, algo nada raro en un hombre ávido de sexo ?bromeaba con que le dolía la cabeza si pasaba más de tres días sin hacer el amor- y acostumbrado a jugar con fuego -en el pasado había mantenido una relación con una posible espía nazi (Inga Arvad) y compartido amante con el capo de la mafia Sam Giancana (Judith Campbell Exner)-.
Pero ahora la cosa era distinta. Ya no era un joven miembro de una rica familia ni un ambicioso senador sino un candidato a la presidencia de Estados Unidos. Pasar el rato con la mayor 'sex-symbol' del planeta se tornaba imposible, especialmente bajo la escrutadora mirada del director del FBI, J. Edgar Hoover. El encargado de dejárselo claro no fue otro que su hermano Robert Kennedy. Lo mismo hizo con Marilyn. Solo que, en lugar de cortar por lo sano, la actriz pasó de un Kennedy a otro. El fervoroso católico Bobby no pudo resistirse a los encantos de la protagonista de 'La tentación vive arriba' pese a estar casado.
A Robert Kennedy lo sitúan varios testigos junto a Marilyn la tarde del 4 de agosto. Entre ellos, Eunice Murray, ama de llaves de la actriz y 'perro guardián' de la misma por encargo de su psiquiatra. Fue ella la que oficialmente descubrió el cuerpo sin vida de la estrella. Posteriormente aseguró que Marilyn y Bobby mantuvieron una agria discusión ese día, probablemente a cuenta del diario de la intérprete, aunque su relato de los hechos hace pensar que ella misma tenía algo que ocultar. Así, sostienen quienes se adscriben a esta teoría, caso de Donald H. Wolfe en su libro 'Marilyn Monroe. Investigación de un asesinato', el trágico final de Norma Jean Baker se debió a su relación con los Kennedy.
Su eliminación, premeditada o accidental, tenía como finalidad proteger al presidente.
La pista de la mafia
Otra hipótesis apunta a Sam Giancana como 'cerebro' de la operación para asesinar a Marilyn. El gángster de Chicago, sintiéndose traicionado por los Kennedy, a los que había ayudado a ganar las elecciones en virtud de un pacto con el patriarca del clan, Joseph Kennedy, y que ahora perseguían implacablemente sus actividades ilícitas, clamaba venganza. Habría orquestado el crimen, a instancias de la CIA -con la que había colaborado en la fallida invasión de Bahía de Cochinos- con el fin de implicar a sus odiados enemigos. Lo habrían ejecutado dos de sus matones, Needles y Mugsy, de acuerdo con el relato efectuado por Sam -el hijo del mafioso- y Chuck Giancana en su libro 'Double Cross'.
Sin embargo, ninguna de estas teorías ha podido ser probada. La actuación de la Policía y del forense en las horas que siguieron a la muerte de Marilyn Monroe abrió de par en par las puertas a quienes se negaban a aceptar la versión oficial. Testimonios contradictorios, una escena del crimen limpiada a toda prisa, un cadáver enviado a la funeraria en lugar de a la morgue, como correspondía? La protagonista de 'Niágara' tenía la mano en el teléfono cuando fue descubierto su cuerpo sin vida. ¿A quién intentó llamar? ¿Se suicidó? ¿Fue un accidente? ¿La asesinaron? Nunca lo sabremos. El suyo sigue siendo, cincuenta años después, un caso con demasiados cabos sueltos.
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